Saliendo de mi zona de confort
Estoy escribiendo este post camino a Irlanda, embarcado en un ferry que probablemente me cambiará la vida. Saliendo de la zona de confort, aquella en la que tan cómodo y a gusto estaba, un buen trabajo, casa, familia, amigos, rutina, todo aquello con lo que muchas personas soñarían.
Hace unos años ví este video y algo cambió en mi interior. Desde ese momento decidí que quería salir de la zona donde más cómodo me sentía y así poder experimentar qué se siente al salir de ella.
Siendo programador, lo más factible para mí era buscar un trabajo en el extranjero, lo cual me permitiría aprender de otra cultura, forma de trabajar e idioma. Lo que ocurría era que mi nivel de inglés no era lo suficientemente bueno para conseguirlo. Para mejorarlo me propuse asistir a clases y empezar a ver en versión original las series de televisión que me gustaban. En el transcurso de unos años poco a poco mi inglés fue mejorando y conseguí aprobar un par de exámenes oficiales.
Ahora solo faltaba empezar a buscar trabajo. La búsqueda empezó en agosto de éste año y la verdad es que las primeras entrevistas fueron de pena, pero me sirvieron para ir mejorando el oído y pronunciación. De todo se aprende.
En noviembre, después de cuatro meses de búsqueda, pasé una serie de entrevistas con una empresa de Dublín y me han dado la oportunidad de trabajar allí. Y aquí estamos mi mujer y yo emprendiendo una aventura emocionante.
En este momento mis sentimientos están encontrados, por una parte tristeza por dejar a la familia y amigos, por otro lado alegría y ganas por empezar una nueva etapa y conocer qué cosas hay fuera de mi zona de confort en la que he estado toda mi vida.